¿Debo incluir una estrategia de RSC en mi campaña?
Aunque, la publicidad es un elemento sumamente importante, que logra conectar a una marca con sus consumidores, sus esfuerzos en materia de RSE no han sido muy buenos que digamos.
De hecho, hace algunos años atrás, la responsabilidad social en la publicidad, se encargó de llenar las pantallas, revistas y otros medios de comunicación con campañas plagadas de estereotipos, inequidad de género y discriminación.
A pesar de que este tipo de publicidad sexista y discriminatoria era más popular en 1950, en pleno siglo XXI, existen marcas que siguen haciendo campañas en donde la mujer sigue siendo un objeto sexual y las minorías son relacionadas con trabajos esclavizantes.
En los últimos años el equipo de marketing de muchas marcas se han enfocado en crear pautas publicitarias que rompan con todo el sexismo y los estereotipos impuestos por la publicidad de antes.
Sin embargo, a pesar de que en un inicio parecían una gran idea, estas campañas pueden convertirse en la peor pesadilla de las marcas. Sobre todo si los grupos de interés se percatan de que estos esfuerzos poco tienen que ver con el propósito de la marca, o si la empresa no esta comprometida con la responsabilidad social y solo quiere lucir bien ante la prensa.
Así que antes de seguir ensuciando la responsabilidad social en la publicidad, más vale que las marcas comiencen a tomar en cuenta los siguientes consejos.
¿Cómo podemos apoyarte?
El marketing de responsabilidad social es la práctica que combinar las actividades internas y externas de una empresa.
Las empresas más responsables han comprendido que invertir en prácticas de RSE, y comunicarlas a través de la responsabilidad social en publicidad, también puede atraer múltiples beneficios a la marca, desde atraer consumidores hasta fortalecer el vínculo con sus grupos de interés.
Sin embargo, las empresas también deben involucrarse de manera interna y no solo firmar un cheque para apoyar una fundación o para crear las pautas publicitarias. Si bien donar dinero a una organización o a obras de de caridad, puede ser una buena práctica de RSE, puede ser contraproducente para la empresa.
Un ejemplo podría ser los esfuerzos de RSE de algunas marcas, que a pesar de estar comprometidas por desarrollar prácticas responsables, algunos de sus consumidores podrían ver estos esfuerzos como engañosos y poco éticos.
Este caso puede sucederle a todas las empresas, por ello es importante cuidar cada área de RSE y procurar que cada una este realmente comprometida y alineada con las prácticas y propósitos de la marca.
Los creativos de la responsabilidad social en la publicidad, deben cuidar que sus pautas publicitarias no promuevan ni contribuyan a mandar mensajes irresponsables. Sobre todo cuando en la actualidad, los consumidores son más sensibles a reaccionar de manera negativa a este tipo de publicidad.
Sin embargo, muchas de estas campañas de publicidad pueden considerarse irresponsables dependiendo desde el punto en que lo mires.
Cada práctica en materia de RSE, se reduce a una evaluación subjetiva de lo que es apropiado y lo que no lo es para ciertos grupos. Compartir una campaña de responsabilidad social en publicidad siempre será un riesgo y puede o no, dañar la susceptibilidad de algún grupo.